Principios del Passivhaus

Construimos casas pasivas en Guipúzcoa y alrededores

Principios del Passivhaus

Construimos casas pasivas en Guipúzcoa y alrededores

Los conceptos principales para el diseño de una Casa Pasiva son: aislamiento térmico y ventanas y vidrios adaptados a las condiciones climáticas, reducción de los puentes térmicos en todos los puntos delicados, control y reducción de las infiltraciones de aire, y un sistema de ventilación controlada mediante recuperación de calor.

A parte de estos conceptos básicos e importantes a su vez, es imprescindible aplicar estrategias pasivas tradicionales como la orientación, forma, etc. del edificio. El estudio de la protección solar adecuada es una condición imprescindible para las Casas Pasivas.

edificaciones PassivHaus

Construcciones Benta Berri es una empresa especializada en Construcciones Pasivas, en el cual poseemos el sello de Certified Passive House Designer (Diseñador Certificado Passivehaus) emitido por Passive House Institute.

Los principales criterios a seguir en una construcción Passivhaus enfocados en la reducción de las pérdidas energéticas a través de la envolvente térmica son:

Protecciones solares

Se analizan las protecciones solares en función de la situación del edificio, seleccionando las más adecuadas ya sean fijas o móviles, incorporando persianas, estores, porches…

La radiación solar es la fuente pasiva de calefacción en invierno, pero se convierte en un inconveniente en verano. La protección solar nos permite optimizar los huecos del edificio para maximizar las ganancias solares en invierno y minimizarlas en verano, manteniendo una iluminación natural en el interior de los edificios.

En Casas Pasivas, es recomendable instalar de la protección solar por el lado exterior de las ventanas. La perfecta protección solar es aquella que mantiene las vistas hacia el exterior, y a su vez protege de la radiación solar. Si estas protecciones solares están reguladas mediante domótica, la optimización de éstos es muy elevada.

Gran aislamiento térmico

Se optimiza la envolvente térmica mediante un buen aislamiento que será beneficioso tanto en invierno como en verano: tanto las fachadas, las cubiertas y las soleras, es decir, la envolvente térmica, debe tener una baja transmitancia térmica (U).

Un buen aislamiento térmico continuo en la envolvente siguiendo la «regla del rotulador» mejora el comportamiento térmico del edificio, impidiendo así la pérdida energética a través de la envolvente.

En función del clima, nuestro objetivo será siempre optimizar el espesor del aislamiento térmico hasta encontrar el punto a partir del cual el aumento del espesor es muy poco relevante para la mejora de la eficiencia energética.

En nuestro clima, cálido templado, la transmitancia térmica (U) en fachadas opacas y el aislamiento por el exterior, será < 0,30 W/(m2K).

Ausencia de puentes térmicos

La transmisión de energía se da en continuidad por toda la envolvente térmica: fachadas, cubiertas y soleras y también se da en las esquinas, ejes, juntas, etc.es decir en los puntos “débiles” de la envolvente. Por ello se analiza cada detalle de la envolvente para garantizar su correcto diseño y ejecución.

Los puentes térmicos son lugares de geometría lineal o puntual del cerramiento exterior donde el flujo de energía es más grande respecto a la superficie general del cerramiento. Estos puentes térmicos perjudican la eficiencia energética del elemento constructivo y aumentan el riesgo de condensaciones intersticiales, superficiales y moho.

El estándar Passivhaus prioriza la continuidad de la envolvente aislante, minimizando los puentes térmicos y garantizando la no formación de condensaciones ni de mohos.

Ventanas y puertas de altas prestaciones

Los huecos (carpinterías y vidrios) son el “punto débil” de la envolvente, por lo que se debe poner mucha atención en sus características en el proyecto, así como en su correcta colocación durante la obra.

El estándar Passivhaus establece una serie de criterios muy rigurosos respecto a las ventanas y vidrios, debido a que es el elemento constructivo más débil energéticamente de la piel del edificio. Se utilizan ventanas con doble o triple vidrio rellenas de gas noble, dependiendo del clima, combinadas con carpinterías de altas prestaciones térmicas. El vidrio utilizado es un bajo emisivo, para reflejar el calor del interior del edificio en invierno, y mantenerlo en el exterior en verano.

La selección del vidrio en función del factor solar y la transmitancia lumínica, varía en función de las condiciones climáticas y la tipología del edificio. En algunas zonas climáticas puede interesar maximizar las ganancias solares durante el invierno y en otras minimizarlas durante el verano.

Ventilación mecánica con recuperación de calor

La ventilación controlada con recuperación de calor consiste en aprovechar la mayoría de la energía que sale hacia fuera a través de la ventilación.

Para minimizar la demanda energética del edificio, se establece según el estándar Passivhaus una renovación de aire aproximadamente de 30 m3/h por persona y un caudal aproximado de 0,3 renovaciones hora. Este recuperador de calor debe tener un rendimiento mínimo n>75 % y un consumo eléctrico máximo de > 0,45 W/hm3.

La función primordial de la ventilación es asegurar la calidad higiénica de los espacios interiores y garantizar la extracción al exterior de agentes que pueden ser nocivos para el cuerpo humano como CO2, gas radón, exceso de vapor de agua, etc.

La ventilación controlada nos proporciona una mayor calidad del aire en el interior al tratarse de una ventilación constante y con un filtrado constante de partículas en suspensión.

Hermeticidad del aire

La envolvente debe ser lo más hermética posible, cuidando al máximo la ejecución de las juntas durante la construcción garantizando una envolvente hermética y eficiente.

Las infiltraciones no controladas que provocan un flujo de aire caliente hacia el exterior en invierno y hacia el interior en verano nos traen una gran pérdida energética. Además del aspecto energético, las infiltraciones de aire exterior generan disconfort.

La hermeticidad se controla mediante un test llamado Blower-Door (prueba de presurización). Consiste en un ventilador colocado en una puerta o ventana exterior creando una diferencia de presión de 50 PA. La envolvente exterior del edificio debe tener un resultado de la prueba de la presurización según ISO 9972 inferior a 0,64 renovaciones de aire por hora.

La hermeticidad al aire es un aspecto clave dentro del estándar Passivhaus que repercute de manera importante en la eficiencia energética del edificio, garantizando el correcto funcionamiento y el rendimiento de la ventilación de doble flujo con recuperación de calor.

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